Verificación del estado general del contenedor

Para reconocer un buen contenedor usado, es crucial empezar por inspeccionar el estado general del mismo. Examine el contenedor en busca de abolladuras significativas, óxido, y cualquier agujero que pueda comprometer su estructura. Además, asegúrese de que las puertas funcionen correctamente y cierren de manera hermética.

Revisión de la integridad estructural

Verifique que el marco del contenedor esté en buenas condiciones, sin torceduras ni deformaciones, especialmente en las esquinas, que son críticas para el apilamiento seguro. Es importante también revisar el piso del contenedor; este debe estar intacto, sin áreas podridas o desgastadas excesivamente si es de madera, y sin perforaciones o corrosión si es de metal.

Control de la estanqueidad y la resistencia al agua

Realice una prueba de estanqueidad para asegurarse de que el contenedor es impermeable. Puede verificar la resistencia al agua cerrando las puertas y observando si entra luz a través de fisuras o grietas. Además, durante un día de lluvia, inspeccione el interior para asegurarse de que no haya ingreso de agua.

Verificación de la documentación y clasificaciones

Revise siempre la documentación del contenedor, que debe incluir detalles sobre su historial de uso y mantenimiento. Además, verifique la placa de identificación del contenedor, que proporciona información sobre la carga máxima permitida, dimensiones y otros datos relevantes. Esto es particularmente importante si planea usar el contenedor para transporte de mercancías a través de distintos modos de transporte.